La Cascada fue descubierta en el año 2010, y desde entonces se viene promoviendo el turismo hasta el lugar. La caída de agua del Bombo de Curimana, es de diez metros. Las aguas de este recurso se precipitan hacia una piscina de 60 metros de diámetro, que se ve rodeada de una rica flora local. La piscina del Bombo de Curimana, es el hábitat de diferentes especies de peces, motivo por el cual una de las principales actividades que pueden practicarse en el recurso, es la pesca deportiva, además de paseos en bote.
La magnitud del territorio que comprende a esta cascada, hace posible, que en el lugar, además, se puedan realizar campamentos. Pero la cascada no es solo un recurso qué visitar si se tiene interés ecológico y aventurero, sino también místico, ya que se sabe que sus aguas son consideradas mágicas, por lo que forman parte de rituales de los chamanes de la zona.
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